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La Salud Mental en cuestión

La Salud Mental en cuestión

Natalia Morandi*

Sobre la denominada Salud Mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un completo estado de equilibrio físico, mental y social; haciendo extensible la promoción del bienestar y la prevención de los trastornos mentales a todos sin distinción, entiende a lamisma como un derecho a gozar del grado máximo de salud que se puede lograr. Concepción que desde el psicoanálisis se lee como una fórmula del super yo moderno, “la dulce voz de un imperativo imposible”[1], tanto por lo afanosacuanto, porque la ausencia de un desorden mental no garantiza calidad de vida, ni padecer un trastorno impide gozar de una vida razonablemente buena. La salud se define por el silencio de los órganos, pero está el inconciente que nunca se calla y no colabora con la armonía; esta instancia psíquica no es del orden de lo mental ni de lo físico, pero tiene la eficacia de desordenarlos.

A partir del desarrollo biotecnológico se evidencia una tendencia clínica a prescindir de la escucha y del valor de la palabra. Por el contrario, en la determinación de salud mental, Lacan acentúa la responsabilidad subjetiva, la posibilidad de responder de sí mismo. Jurídicamente incluso, si un sujeto es responsable se puede castigar, mientras que si no puede dar razón de sus actosse debe curar. La irresponsabilidad avala que los demás decidan por alguien, perdiendo con ello la condición de sujeto de pleno derecho. En este sentido, la salud mental se presenta como herramienta de control social en cuanto, si no se incluye la dimensión del sujeto, quien determina el accionar a seguir es el Otro, sin lugar para la singularidad que requiere todo tratamiento. (Tizio, 2011)

Decimos que “la salud mental es ante todo una cuestión de orden público”[2] considerando que su objetivo es reintegrar al individuo a la comunidad y que el criterio más evidente de su pérdida es lo que se pone de manifiesto en la perturbación de tal orden.

El campo de la llamada salud mental se ha construido como un lugar de clasificaciones cambiantes, tributarias del discurso dominante y concentradas en el DSM[3] que, regido por la concepción de trastorno comodisfunción a erradicar en tanto altera el orden establecido, considera que habría un patrón de normalidad estándar que sostiene la idea de salud mental. Hay respecto de este punto una tensión entre la noción detrastorno y de síntoma. Mientras que el primero es pretendidamente objetivable, evaluable y curable, el síntoma firma la particularidad de un sujeto, es una marca irreductible de goce que se sustrae de las categorías, por la que nos dejamos orientar los psicoanalistas.

Así, señalando un límite al ideal terapéutico universal de la salud mental y apartándose de cualquier pretensión normalizadora, Lacan dirátodo el mundo está (un poco) loco, todos deliramos de una u otra manera.

 Lo singular de la subjetividad. No como todo el mundo

El legado lacaniano transmiteque inevitablemente pertenece a la esencia del hombre ser enfermo; por el hecho de ser pensantes, estar atravesados por el lenguaje, hay una falla esencial que impide estar completamente sano. No hay nadie que escape a ello y pueda estar en plena armonía con su naturaleza. Rescatamos, en cambio, el aparato del deseo, singular para cada uno, cuya posibilidad de explicitación en el espacio de un análisis es el derecho a una desviación que no se mide con ninguna norma, sino que siendo experimentada como tal afirma su singularidad, incompatible por ello con todo totalitarismo. El psicoanálisis terapeutiza autorizando el deseo en su desviación constitucional, no “normativizándolo”; es una praxis terapéutica en la medida en que reconcilia con el goce, reconociendo como medida la propia de cada subjetividad.[4]

Con lo anterior, desde esta orientación no hablamos de salud mental en tanto no partimos de una idea de normalidad;para Freud lo saludable era un adecuado equilibrio entre los procesos psíquicos de las neurosis, psicosis y perversiones.Al decir de Miller, cada uno tiene su vena de loco; y en tal sentido,‘la salud mental no existe, es una ficción’[5].

“Allí donde la Salud Mental se pone al servicio del orden público, el psicoanálisis intenta habilitar un lugar para la ‘chifladura’ de cada uno. Allí donde la Salud Mental intenta estandarizar el deseo para que el sujeto marche al paso de los ideales comunes, el psicoanálisis sostiene una reivindicación del derecho al ‘no como todo el mundo’.”[6]

Desde nuestra concepción, la línea entre lo normal y lo patológico es relativa, siempre ideológica respecto a una normalidad fundada en una norma estadística,y tan difusa que no sirve para fundar un diagnóstico; éste se define por la posición del sujeto en relación con el inconsciente y con su forma singular de gozarde la vida. Dicha singularidad de cada ser hablante hace objeción a que puedan formar una serie; al decir de Lacan “los sujetos de un tipo no tienen, pues, utilidad para los otros del mismo tipo”.[7]

Sin embargo, que la salud mental no tenga que ver con el psicoanálisis no excluye la existencia de psicoanalistas en las instituciones de salud mental, apostando desde allí a una clínica que conduce a soluciones inéditas, en tanto introducir la dimensión subjetiva implica que, más allá del empuje a objetivar con que toda institución procede, aparezca el interés por lo que distingue a un sujeto, separándolo del catálogo de soluciones que el Otro social le brinday orientándolo a inventar las suyas propias.[8]

La posición analítica es subversiva en tanto descompleta lo institucional, situándose más allá de la demanda social introduce la inconsistencia del Otro, señala los intersticios, manifestando en acto que el deseo siempre se encuentra allende de la norma.

Con todo, si bien nos ubicamos a distancia de la idea de consenso general respecto al bienestar total, absoluto y generalizable, el psicoanálisis -no sin prudencia a la inclusión de cualquier manera- siempre estará a favor del reconocimiento de los derechos de cada quien, en tantola ampliación de derechos tienda a dignificar la existencia. Asimismo, aún en una época de las reivindicaciones más diversas de las formas de gozar y del derecho a recibir del estado todo tratamiento necesario para ello, orientados por la enseñanza de Lacan seguimos apostando a ubicar lo que funciona para cada uno, más allá de lo que es un derecho para todos y de los síntomas actuales (depresión, pánico, toxicomanía, anorexia, entre otros), interrogandolo que para cada subjetividad implica un modo de nombrarse, en tanto se puede quedar capturado en una categoríadiagnóstica sin que dicha identificación diga nada de un sujeto ni le permita saber arreglárselas con eso.

 

*Lic. en psicología. M.P.5218. Practicante del psicoanálisis. Adherente del Centro de Investigación y Estudios Clínicos (CIEC). Integrante del Área de Accesibilidad y del Programa de Género y Sexualidadesde la Secretaría de Bienestar de la UNVM.

[1]Tizio, Hebe. “La constitución del campo de la llamada salud mental. Algunas cuestiones para el debate”. Freudiana, 61. 2011, Barcelona.

[2] Miller, J. A. “Salud mental y orden público”. Revista Uno por Uno. Paris, 1993.

[3]Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés).

[4] Miller, J. A. “Lo que triunfa es la terapéutica. Es a eso a lo que se intenta reducir el psicoanálisis”. París, 2009. En: https://elp.org.es/lo_que_triunfa_es_la_terapeutica_es_a_es/

[5] Miller, J.-A. “Hablar con el cuerpo”. Conclusiones de PIPOLV.http://www.enapol.com/es/template.php?file=Argumento/Conclusion-de-PIPOL-V_Jacques-Alain-Miller.html

[6]Miller, J.-A.Sutilezas analíticas, curso del 19/11/2008. 1ª. ed., Paidós. Buenos Aires, 2011.

[7]Briole, Guy. “Conversaciones sobre el parlêtre”. La conversación clínica. UFORCA por la Universidad Popular Jacques-Lacan. Grama ediciones.París, 2015. Pág. 13.

[8]Esqué, Xavier. “El higienismo de la salud mental y el real de la clínica”. Freudiana, 19. 1997, Barcelona.

La UNVM realizará la 14ª edición de la Caminata por la Salud

La UNVM realizará la 14ª edición de la Caminata por la Salud

Será por primera vez en las inmediaciones del Campus Universitario. Está prevista para el jueves 11 de noviembre a partir de las 17.30 horas. Tendrá un fin solidario.

El jueves 11 de noviembre a las 17.30 horas la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), a través de la Secretaría de Bienestar, llevará a cabo la 14ª edición de la Caminata por la Salud en el Campus (Avenida Arturo Jauretche 1555) bajo el lema “Nos reencontramos en la Uni”.

Como todos los años, además de la promoción de la actividad física y los hábitos saludables, la Caminata de la UNVM tendrá un fin solidario y lo recaudado será destinado a la compra de elementos deportivos para diferentes escuelas primarias públicas de la ciudad.

La secretaria de Bienestar de la casa de altos estudios Marcela Pozzi Vieyra comentó: «en el año 2020 tuvimos una edición virtual por lo que es una gran alegría poder reencontramos de manera presencial. En esta oportunidad el recorrido iniciará desde el Campus hacia bulevar España y al regreso se le brindará a los participantes hidratación, frutas y se desarrollarán actividades a cargo de egresadas y egresados en el escenario exterior del Auditorio».

Si bien la participación es gratuita, las/los participantes podrán colaborar con una inscripción solidaria que consiste en el aporte voluntario de $300 o $500 para colaborar con las instituciones mencionadas. En este sentido, a las primeras cuatrocientas personas inscriptas se les hará entrega de la remera oficial del evento.

Se solicita llevar botella de agua y barbijo.

Incripciones: https://bit.ly/caminataunvm2021

Más información: direcciondedeportes@unvm.edu.ar.

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