«¿Cuándo asumiremos la tarea de las pequeñas obras,
de las pequeñas utopías, de las pequeñas soluciones,
sin grandes elocuencias, con espíritu humilde,
de trascendencia en los actos que hacemos?
¿Cuándo estaremos dispuestos
a producir estos «actos subversivos»,
que quieren cambiar la forma de vivir?».
–En honor a la verdad. Elvio Omar Toscano
Cada 10 de diciembre se conmemora el extraordinario logro obtenido en 1948 cuando las naciones se unieron para firmar la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), cuyo preámbulo expresa: “…considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades…”
El poder y la relevancia del reconocimiento consagrado en la DUDH – que todxs los seres humanos tienen derechos y libertades fundamentales – es más importante que nunca cuando el mundo se enfrenta a una crisis de salud pública sin precedentes.
Precisamente para este año 2021, el lema de la campaña del Día de los Derechos Humanos es: Igualdad, haciendo referencia al primer artículo de la Declaración Universal. Esta idea de igualdad está alineada con la Agenda 2030 y con el enfoque de la ONU de no dejar a nadie atrás.
Igualdad, inclusión y no discriminación están en el centro del discurso de este año, protegiendo a los grupos más vulnerables: niños, mujeres, ancianos, pueblos originarios, personas LGBTIQ+, migrantes, personas con discapacidad.
Los derechos subjetivos existen, se materializan en el género humano, y luego se plasman en normas que regulan la vida, las existencias, tomando cuerpo constitucional, garantizando su dignidad y coexistencia.
La Secretaría de Bienestar de la Universidad Nacional de Villa María, delinea el accionar específico de cada una de sus áreas, dejándose orientar por una perspectiva que apunte a garantizar la igualdad, el respeto de la dignidad humana y el acceso a derechos para todxs, tendiente a construir una Universidad no excluyente, que, partiendo de considerar a sus actores en tanto sujetos de derechos, sostenga y participe activamente en el avance del reconocimiento de los DDHH (integrales e indivisibles, inajenables y universales, exigibles, históricos, trasnacionales) . Todo lo cual sólo es posible mediante un posicionamiento profesional, ético y político respetuoso de la diversidad.
Desde esta perspectiva, el Programa de Género y Sexualidades y el Área de Accesibilidad y DDHH se constituyen como espacios que alojan las singularidades de personas que, de manera transitoria o permanente, atraviesan por situaciones/condiciones que requieren de un acompañamiento personalizado.
En esta ocasión, los equipos de ambas áreas, invitamos a reflexionar acerca del lema que la UNESCO nos propone para este año, la “Igualdad” en clave de reconocer y garantizar derechos fundamentales, así como el compromiso a trabajar y militar una Universidad no excluyente, dignificando las existencias singulares.